Legislació lingüística - cdlpv

Comentaris a la STS de 22 de gener de 1991, sala 3.ª, secció 7.ª extrets de la Revista de Llengua i Dret, núm. 17, juliol 1992.

Ponent: Luis Antonio Burón Barba

El tribunal desestima el recurs d'apel·lació format per l'advocat de l'estat contra la sentència de la sala de Bilbao que entenia ajustada a la Constitució la convocatòria d'unes oposicions per cobrir una plaça d'uixer municipal en l'Ajuntament de Zamudio, en les quals s'establia una tercera prova no eliminatòria relativa als coneixements dels aspirants sobre l'èuscar. El Tribunal Suprem accepta els fonaments de dret (quart, cinqué i sisé) de la sentència apel·lada, en els quals es descriu l'evolució dels tribunals Constitucional i Suprem.

L'argumentació del Tribunal Suprem consisteix en:

"PRIMERO. La aceptación de los tres fundamentos antes mencionados, que enlazan con los últimos párrafos del tercero en el particular del indiscutible derecho de conocer y usar la lengua vasca por parte de los ciudadanos de la comunidad autónoma en la que está situado el municipio de Zamudio, completada y matizada por la doctrina explicada en la sentencia de esta misma sala de 16 de abril de 1990 (R. 4978 apelación 3.609/87), justifica en principio la exigencia del dominio por razones de peso relacionadas con el servicio público que hayan de prestar quienes las desempeñen, sin perjuicio del mantenimiento en general de la prohibición de actos discriminatorios que coloquen esa desventaja inmotivada a quienes posean como única lengua la oficial señalada en el artículo 3.1 de la Constitución (fundamento segundo de la sentencia citada).

"SEGUNDO. La cooficialidad de lenguas en las comunidades autónomas con idioma propio (art. 3.2 de CE), lleva implícita la conveniencia y en casos singulares la necesidad de que ciertos funcionarios de la administración local, provincial o autonómica hayan de ser bilingües de modo que la licitud de exigencia del bilingüismo depende de la índole del puesto de trabajo que desempeñen tales funciones. En el caso que nos ocupa se trata de un solo puesto de conserje, que entre otras obligaciones tiene la recepción y control de cuantas personas acudan al edificio donde presta su servicio, la información a las mismas de los servicios existentes... -apartado c) base segunda-, obligaciones éstas que sólo pueden cumplirse con eficacia por quienes alcancen cierto nivel de conocimiento de las dos lenguas cooficiales. Ciertamente, el apartado 3 de la base sexta en relación con el párrafo segundo de la base séptima pudieran utilizarse torcidamente como barrera infranqueable para aquellos opositores castellanoparlantes aun en caso en que hayan hecho un esfuerzo de aprendizaje del euskera. Es evidente que lo necesario o muy conveniente en una plaza de conserje sería lo que puede llamarse euskera básico elemental, pero no cabe ahora prejuzgar la actuación del tribunal calificador ni partir de la desconfianza y el recelo como premisa.

"TERCERO. Por todo lo expuesto concluimos que en principio la exigencia del conocimiento del euskera en puesto de conserje que se desempeña en zona de anteiglesias no supone una discriminación arbitraria e irrazonable, sino un lícito estímulo para el bilingüismo que encaja en la doctrina mantenida en la sentencia del Tribunal Constitucional de 26 de junio de 19865 (R. 169/83), procediendo por tanto desestimar la apelación y confirmar la sentencia recurrida."

De la fonamentació del Tribunal Suprem no es desprén que es tracti d'una prova de meritació (es dedueix del FJ 6 de la sentència impugnada) i es podria rellegir sense produir cap mena d'incoherència argumental, pensant que es tracta d'una prova obligatòria i eliminatòria. El tribunal insisteix novament a lligar la cooficialitat lingüística amb la conveniència de l'existència de funcionaris bilingües. Cal recordar que el règim constitucional i estatutàriament previst és el de la doble oficialitat, que permet l'ús vàlid i eficaç de les diverses llengües oficials de manera indistinta, sense imposar per a res una política de bilingüització, malgrat que en el País Basc els poders públics autonòmics, preveient certes dificultats, considerin que, en l'actualitat, és el camí més idoni i possible amb mires a l'efectiva doble oficialitat.