Legislació lingüística - cdlpv

Levante, 31.10.05

Nuevo brote de censura lingüística

Traductores y correctores denuncian que la Generalitat prohíbe el término «desenvolupar»

A. G., Valencia

La presión sobre los técnicos lingüísticos de la Generalitat continúa. Un grupo de ellos ha denunciado que en los últimos días les ha llegado la instrucción (verbal) desde Presidencia de cambiar la palabra «desenvolupar», que habían incluido en sus versiones valencianas de documentos oficiales, y sustituirla por «desenrotllar». Según estas fuentes, el caso se ha repetido ya en otras ocasiones con los servicios lingüísticos de hasta cinco conselleries. El argumento esgrimido por la la Dirección General del Secretariado de Gobierno y Relaciones con las Cortes, explican, es ajustarse a los criterios de la Acadèmia Valenciana de la Llengua (AVL).

No obstante, el Diccionari ortogràfic i de pronunciació del Valencià (aprobado por la institución normativa y a la espera de su publicación en breve) recoge desenvolupar y no la sitúa en plano de inferioridad con respecto a otros sinónimos, como desplegar o desenrotllar.

Presidencia no ha comentado la situación a este diario, aunque un portavoz consultado señaló que «si se trata de palabras aceptadas la cuestión se reduce a una cuestión de estilo».

Palabras vetadas

Más allá de la anécdota del «desenvolupar», lo que duele a correctores y traductores, apuntan, es la situación de injerencia y coacción en la que se desarrolla -precisamente- su trabajo diario. La palabra proscrita en esta ocasión se une a una lista de vocablos (perfectamente normativos, según la AVL) que el Consell ha retirado de uso administrativo oficial en los últimos años. Endemà, empara, servei, ordre, despesa son, entre otras, algunas de las soluciones vetadas por la administración autonómica.

El caso actual, comentan los técnicos, no es incluso el más sangrante, ya que se ha pedido a los traductores que modifiquen la palabra en cuestión. En otros momentos, explican, los últimos responsables de la documentación oficial de la Generalitat optaban por cambiar por sí solos los textos en valenciano recibidos. En esta ocasión, los técnicos —al menos en la mayoría de casos— se han negado a aceptar la instrucción, con lo que Presidencia tendrá que enmendar por su cuenta los escritos.

Una reivindicación reiterada de este colectivo para combatir estos episodios es tener un canal de comunicación rápido y fácil con la Acadèmia. Ello, consideran, permitiría dilucidar lo que realmente opina la máxima autoridad normativa sobre el uso de determinada expresión y evitaría que la AVL se use de forma recurrente como argumento para imponer el uso de una determinada palabra.

El inicio de este fenómeno se remonta a la resolución de marzo de 2002 de la AVL, que declaraba oficial el valenciano empleado en el sistema educativo desde 1983 y, junto a ello, incluía una lista de soluciones lingüísticas genuinas valencianas que reconocía como oficiales a pesar de que hasta entonces no estaban consideradas como normativas. Ante el uso que se hizo de este listado, la Acadèmia tuvo que precisar en mayo de aquel año que estos vocablos no tenían que excluir otras formas que, según las circunstancias, podían alternar con aquellas o incluso ser más adecuadas.