Legislació lingüística - cdlpv
Levante, 21.04.2005
La Policía Nacional de Xàtiva trasladó a la comisaría al hijo del conocido artista fallero setabense Paco Roca, en aplicación de la Ley Corcuera, después de que el joven se expresara en valenciano cuando los agentes le preguntaron su nombre y dirección al no llevar encima en ese momento el DNI. La familia indica que los agentes lo instaron a «hablar en cristiano» y que, ante la negativa del joven a expresarse en castellano, fue trasladado a la comisaría. El comisario, por su parte, indicó que los agentes no entienden el valenciano y que por tanto la actitud del joven no ayudó a la identificación, hecho por el que fue trasladado.
A. Garzó, Xàtiva
Agentes de la Policía Nacional de Xàtiva trasladaron el lunes a un estudiante de 16 años a la comisaría para que se identificara debidamente puesto que no llevaba el DNI y al serle requeridos sus datos se expresó en valenciano, algo que los agentes no aceptaron, porque no lo entendían. Según la versión de la familia del joven, la policía le exigió que hablara «en cristiano» y a cada respuesta dada por el joven en valenciano al solicitársele el nombre, la dirección o la localidad de la que era natural, el agente mostraba su enfado al contestar. El afectado respondió a las interpelaciones que su nombre era Francesc, que vivía «a la Plaça de la Bassa» y que era de Xàtiva. Esta última respuesta encrespó los ánimos del policía, que espetó: «¿No sabes decir Játiva o qué?», según la familia del estudiante.
La familia ha presentado una denuncia por presunta detención ilegal y por no poder utilizar una de las dos lenguas oficiales de la Comunidad Valenciana. La Policía Nacional de Xàtiva, en declaraciones realizadas a este diario, negó ayer que se tratara de una detención y lo calificó como «identificación rutinaria» y mera aplicación «de la Ley Corcuera», según palabras del jefe de la comisaría, Miguel Ángel Gallut, quien justificó a sus agentes diciendo que no saben valenciano y que el chico «no colaboraba al expresarse reiteradamente en valenciano» y «al dificultar la identificación».
El padre del chico es el conocido artista fallero Paco Roca y, según relató a este diario, para poder recoger a su hijo de la comisaría tuvo que expresarse también en castellano porque los agentes mostraban igualmente su «extrañeza y su desprecio» cuando les hablaba en valenciano, asegura. Roca tildó la actitud policial de «atropello» y señaló que su hijo fue vejado «al ser cacheado en público y al llevárselo en el coche a pesar de que habían comprobado de sobra que no llevaba nada de droga encima», que es lo que buscaban inicialmente los agentes.
Los hechos se produjeron el lunes hacia la una y media del mediodía en el acceso al Instituto de Enseñanza Secundaria Josep de Ribera de Xàtiva, en una amplia franja que hace las veces de vestíbulo exterior, muy frecuentada por alumnos cuando no hay clase o antes de entrar al centro. Un coche policial que efectuaba su patrulla se detuvo ante el instituto y solicitó a dos chicos que se identificaran. Uno de ellos llevaba consigo el documento nacional de identidad, pero el otro, Francesc R. B., no. Seguidamente se les pidió que vaciaran el contenido de sus mochilas y se les cacheó. A pesar de que no llevaban ningún producto sospechoso —el registro perseguía la posesión de droga, porque en el jardín situado enfrente hay menudeo, según confirmó ayer la policía— los agentes insistieron en realizar la identificación y cuando el joven se expresó en valenciano, se originó el incidente.
Ante el cariz que tomaron los hechos, una profesora del centro, primero, y el director, después, trataron de avalar la identificación del chico y aseguraron a los agentes que efectivamente, ésos eran sus datos y que el joven cursa cuarto de ESO en el instituto. Los policías se negaron a aceptar esa identificación y condujeron al joven al interior del vehículo policial. La profesora pidió desplazarse con ellos dentro del automóvil también, pero los agentes no se lo permitieron y le emplazaron a que acudiera a la comisaría a pie. La profesora mostró su perplejidad puesto que una vez en la comisaría le fueron solicitados los mismos datos que, pocos minutos antes en la puerta del instituto, los agentes no dieron por válidos. Enseguida se personó en la comisaría el padre del chico, y el joven fue puesto en libertad sin apercibimiento , aunque «me instaron también a hablar en castellano», añade el padre.