Levante, 26.03.2002
El
pronunciamiento deja fuera de la ley las Normas de El Puig, que usan algunas
instituciones
La Acadèmia declara
valenciano oficial el que utiliza la Generalitat desde 1983
Veinte años después del Estatut d´Autonomia y
19 desde la Llei d´Ús i Ensenyament, la Comunidad tiene desde ayer una
normativa oficial del valenciano. Como adelantó Levante-EMV el domingo, la
Acadèmia Valenciana de la Llengua (AVL) aprobó ayer una declaración que hace
oficial el valenciano usado por la conselleria de Educación desde 1983 (el
defendido por la comunidad científica internacional) y deja en la ilegalidad
las secesionistas Normas de El Puig.
Alfons Garcia, Valencia
El deán de la Catedral de Valencia, Ramón Arnau, fue el
primero en salir de la sala de juntas de la Biblioteca Valenciana, donde la
Acadèmia Valenciana de la Llengua (AVL) celebra sus plenos. Tocaban las 21.00
horas, los académicos llevaban cuatro horas y media reunidos y el canónigo y
miembro también de la hasta ahora secesionista Real Academia de Cultura
Valenciana (RACV) fue el portador de la noticia: «Hay acuerdo y os va a
gustar». Sin más. Minutos después, de la tercera planta de San Miguel de los
Reyes comenzaban a descender algunos integrantes del ente normativo. Excepto
Xavier Casp, que como en los últimos tres meses no pudo asistir debido a estar
convaleciente de una enfermedad. Estaba informado, pese a todo, de la negociación
desarrollada, aseguró un académico, que no quiso aventurar la opinión del poeta
al respecto.
La presidenta, Ascensión Figueres, apareció después, con
semblante serio y escoltada por el vicepresidente, Josep Palomero. En la misma
galería del monasterio, con la premura habitual en sus declaraciones, se
enfrentaba a la prensa. Detrás del corro de periodistas y cámaras, Artur Ahuir,
Antoni Ferrando, Juan Alfonso Gil-Albors, Josep-Lluís Doménech, Ramón Ferrer y
Albert Hauf vigilaban de cerca las manifestaciones.
Figueres abordó de entrada la cuestión esperada y empezó por
destacar la voluntad de la AVL de «integrar las diversas sensibilidades
existentes» y «recuperar las soluciones lingüísticas genuinas». A continuación,
notificó que, de esta manera, mientras se elaboran el diccionario y la
gramática, el pleno del ente normativo declaraba como «referente oficial» los
criterios que ha usado hasta ahora la conselleria que ha aplicado la Llei d´Ús
i Ensenyament.
Acto seguido, la presidenta enumeraba las «aportaciones
valencianas» que el pleno reconocía como oficiales y que incluía explícitamente
en su declaración, algo que no estaba previsto en el texto preparado por las
secciones de Gramática y Lexicografía y que fue la base del pronunciamiento
final. Citó los demostrativos «sin incremento» («este», «eixe»), las formas
verbales acabadas en «isc» e «ix» (como «patisc»), los numerales como «huit» o
«dèsset» y palabras como «defendre» o «faena» y expresiones como «a tothora»,
«despúes-demà» o «al sendemà».
Todas esas formas, como se encargó de remarcar después el
catedrático de la Universitat de València Antoni Ferrando, están recogidas en
el diccionario del Institut d´Estudis Catalans (IEC).
En cuanto a las variantes menos habituales en la Comunidad
pero comunes en Cataluña (como el demostrativo «aquest») son también oficiales,
a pesar de no estar citadas en el texto, ya que han sido utilizadas
profusamente por la conselleria de Educación y Cultura en el periodo entre 1983
y 1995.
Lo que queda fuera de la norma son las secesionistas Normas
de El Puig, que no han formado parte del «conjunto de criterios ortográficos,
gramáticales y léxicos usados en los textos» oficiales de la conselleria
responsable de la aplicación de la Llei d’Ús (la de Educación) desde 1983 hasta
la adopción de este acuerdo.
Ferrando, ajeno a la ambigüedad calculada de las
declaraciones de presidenta y vicepresidente, fue tajante: «A partir de mañana
(por hoy), las Normas de El Puig son ilegales». Palomero, a la pregunta de si
el pronunciamiento certificaba la unidad de la lengua, contestaba: «Saque usted
sus propias conclusiones». Aunque añadía que ésta queda garantizada ya en el
preámbulo de la ley de creación de la AVL.
Amplio consenso en la votación
Figueres hizo hincapié en la «mucha dedicación» puesta por
los académicos en pos del consenso (la declaración fue aprobada con 18 votos a
favor y dos abstenciones, procedentes del sector de la RACV) y, ya a preguntas
de los reporteros, aseguró que el pronunciamiento «obliga a todas las administraciones
públicas».
Según el artículo 5 de la ley de creación de la Acadèmia,
las decisiones del ente han de ser observadas «por todas las instituciones de
la Generalitat, por los poderes públicos, por el resto de administraciones
públicas, el sistema educativo, y los medios de comunicación, las entidades,
los organismos y empresas, de titularidad pública o que cuentan con
financiación pública». Ello implica que la conselleria de Agricultura de Maria
Àngels Ramón-Llin (ex Unión Valenciana) y el Palau de la Música de Mayren
Beneyto (también ex UV) tendrán que dejar de utilizar las Normas de El Puig.
También entidades que reciben subvenciones como Lo Rat Penat y la RACV deberían
acatar el pronunciamiento.
No obstante, Figueres y Palomero recordaron que la AVL no es
una entidad sancionadora y abogaron por la progresiva aplicación de los
criterios fijados por la institución. «Tiempo al tiempo», dijo el
vicepresidente. La declaración, que acaba con 20 años de autonomía sin que haya
existido una normativa oficial del valenciano, será enviada hoy al presidente
de la Generalitat, Eduardo Zaplana, para que vele por su observación. Figueres
concluyó con una petición a la sociedad para que «se haga reflejo de las
renuncias» realizadas por los académicos para lograr el consenso.
Cuatro horas para
«diluir» el texto base
A. G., Valencia
Fueron cuatro horas y media de tenso debate para concluir lo
que Antoni Ferrando calificó de «tres meses de calvario» (el tiempo durante el
que la AVL ha trabajado sin tener una referencia normativa). Durante la
reunión, se plantearon tres posturas: aquéllos que no querían ninguna
declaración -representada por la mayoría de procedentes de la RACV-, los que
pretendían un texto lo más leve posible y lo que apostaban por un
pronunciamiento claro dentro de los márgenes de consenso y posibilismo en que
se mueve la AVL. Esta última posición había fructificado en el documento
preparado por las dos secciones principales del ente, que es el que ayer sirvió
de base para la discusión. Ese texto no citaba ejemplos de «soluciones
lingüísticamente genuinas» y sólo constataba la voluntad de potencias éstas en
vez de reconocerlas como oficiales.
La lucha de la tarde estuvo además en el párrafo final de la
declaración. Los más reacios a ésta querían que se indicara que el acuerdo era
sólo a efectos provisionales, y al final quedó la referencia explícita a que
tendrá vigor «mientras se realizan los trabajos indicados» (gramática y
diccionario). Asimismo, el sector universitario forzó la introducción de que son
oficiales los criterios usados por Educación desde 1983 hasta ahora. El grupo
contrario no incluía el año, lo que hubiera permitido que sólo valieran las
indicaciones seguidas desde 1995.
Ferrando se quejaba de que los cambios habían «diluido» el
texto inicial, pero, pese a las reservas y el escepticismo, lo tachaba de «paso
importante».
Artur Ahuir, por su parte, pedía a los ciudadanos que vieran
el acuerdo «en positivo» e incidía en que está en una línea de «progresiva
valencianización» de las formas lingüísticas.
Texto completo del
referente normativo oficial del valenciano
«Mentres es realitzen els treballs indicats,
l´Acadèmia Valenciana de la Llengua acorda aprovar com a referent normatiu
oficial del valencià, a tots els efectes, el conjunt de criteris ortogràfics,
gramaticals i lèxics usats en els texts i documents oficials de la Conselleria
de la Generalitat Valenciana responsable de l´aplicació i desplegament de la
Llei d´Ús i Ensenyament del Valencià des de l´aprovació d´esta Llei (1983) fins
a la data d´adopció d´este acord»
Acord de l´Acadèmia Valenciana de la Llengua adoptat en la
reunió plenària del 25 de març del 2002, pel qual s´aprova el referent normatiu
oficial del valencià.
La Llei 7/1998 de la Generalitat Valenciana, de Creació de l´Acadèmia
Valenciana de la Llengua, prescriu en l´article 3 que esta institució «té per
funció determinar i elaborar, en el seu cas, la normativa lingüística de
l´idioma valencià», i en l´article 7 a), reconeix com a competència de
l´Acadèmia Valenciana de la Llengua, «determinar la normativa oficial del
valencià en tots els seus aspectes».
D´acord amb estes atribucions, l´Acadèmia ha començat a
elaborar una Gramàtica valenciana i un Diccionari valencià que, una vegada
acabats i aprovats pel Ple de la institució, seran els principals referents
normatius oficials de l´idioma.
Estes obres s´inspiraran en dos criteris bàsics:
1. El respecte als principis consagrats en el Dictamen del
Consell Valencià de Cultura del 13 de juliol de 1998 i en la Llei mencionada,
segons la qual l´actuació de l´Acadèmia partirà de les aportacions dels
gramàtics i lexicògrafs valencians, la tradició literària valenciana, la
realitat lingüística genuïna i la normativització consolidada a partir de les
denominades Normes de Castelló, que és un patrimoni lingüístic a preservar i
enriquir.
2. La voluntad d´integració de les diverses sensibilitats
lingüístiques existents en la Comunitat Valenciana i el compromís de tindre en
compte les seues aportacions respectives.
Segons estos criteris, l´Acadèmia Valenciana de la Llengua,
sense perjuí d´altres acords que puga adoptar progressivament, a fi de
prioritzar i recuperar solucions lingüístiques genuïnes, reconeix com a
oficials:
a) Les grafies genuïnes de nombroses paraules usades pels escriptors
clàssics i pels lexicògrafs valencians més prestigiosos, com ara, el
manteniment de la a en paraules com arrancar, avançar, llançar, traureÉ; el
manteniment de la e en paraules com redó, bàlsem, cànterÉ; les formes sense la
r adventícia (orde, murta, cartóÉ)
b) Les característiques morfològiques i
sintàctiques valencianes genuïnes, com ara el plural en -s de les paraules
acabades en -sc, -st i -xt (foscs, trists, textsÉ); els plurals en -ns tals com
hòmens, jóvens; els demostratius simples (este, eixeÉ); els possessius meua,
teua, seuaÉ; els numerals huit, dèsset, huitantaÉ; les formes verbals
incoatives en -isc/-ix (patisc, patixes, patixÉ); els imperfets de subjuntiu en
-ara, -era, -ira (cantara, vinguera, patiraÉ); els infinitius tindre, vindre,
valdreÉ i els participis verbals en -it (establit, omplit, complitÉ); la
distinció de per i per a davant d´infinitiu; la distinció entre al + infinitiu
i en + infinitiu; la concordança pel participi passat (l´he duta; les he
vistesÉ)
c) El ric repertori lèxic i fraseològic valencià (defendre,
faena, trellat, calfar, torcar, servici, castic, espenta, verdader, rogle,
roín, oroneta, juí, despús-demà, al sendemà, bona cosa, a soles, a tothoraÉ),
procurant incorporar les aportacions específiques de les nostres comarques
(bonegar, encanar-se, ans, rua, bellugar-se, brull, moixóÉ)
València, 25 de març del 2002.