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GAV
(Levante, 20.11.2002) En la citada publicación (Som es su título), y con motivo de sus 25 años, el grupo incluye un ranking de acciones del «pueblo valenciano» como «respuesta a la agresión catalanista». Actuaciones «siempre incruentas», matiza, «y con mucha más imaginación y ganas que medios materiales».
Entre esos sucesos, subraya la explosión de un artefacto casero en la ventana del domicilio de Manuel Sanchis Guarner en Valencia, el destrozo en Carcaixent del vehículo de un concejal de Unitat del Poble Valencià (UPV) «destacado hasta ese día por su catalanidad» o el pinchazo de las ruedas de 80 autobuses «procedentes de Cataluña» para participar en una manifestación. También destaca el lanzamiento de huevos y tomates contra los miembros del Consell Valencià de Cultura (CVC), el abandono de la sede de la Real Academia de Cultura Valenciana (RACV) por Xavier Casp escoltado y en furgón policial, la quema de la puerta del edificio del Institut d'Estudis Catalans (IEC) en Castelló o los impedimentos a las conferencias de David Rosental y Max Cahner (la primera, porque «se detectó una repentina plaga de ratones», y la segunda, por una también «repentina lluvia de huevos casualmente dirigida al conferenciante»).
No obstante, la primera de las 25 acciones que el GAV sitúa en este ranking es la quema de la cuatribarrada del balcón del ayuntamiento el 9 de octubre de 1979.
Sobre ese milagro, Dolores García Broch revela en la revista que se gestó en la sede del GAV, da las iniciales de los fabricantes del artilugio (A. B., Pepe A., Manolo R. Q. y Paco M.) y explica que se componía de «plomo, mecha de traca, un retardo, un poco de pólvora, un viejo tirador y fe». Agrega que acertaron a la primera.
Levante-EMV, Valencia
La fiscalía del Tribunal Superior de Justicia de la Comunidad Valenciana, «ante la presumible existencia de hechos delictivos», ha incoado diligencias de investigación penal tras recibir una denuncia del Bloc Nacionalista Valencià (BNV) contra las manifestaciones recogidas en un artículo de la revista del Grup d'Acció Valencianista (GAV) en el que reivindicaban un listado de acciones violentas contra partidarios de la unidad de la lengua, según informaron fuentes de la formación nacionalista.
El fiscal jefe del TSJ, Enrique Beltrán, tras recibir el pasado 25 de noviembre la denuncia del Bloc, abrió diligencias de investigación penal que ha remitido al Juzgado Decano de Valencia para que se incoe el oportuno procedimiento penal. En la denuncia del Bloc aparece reflejado que el GAV, en el último número de su revista que lleva por título Som, publicó, con motivo de sus 25 años, un artículo titulado «25 años, 25 acciones», en el que incluían un listado de actividades violentas que han realizado desde la transición «en contra de entidades y personas por razón de su ideología diferente a la del GAV». Entre ellas, cabe recordar la quema de la cuatribarrada en el balcón del Ayuntamiento de Valencia el 9 de octubre de 1979, así como la explosión de un artefacto casero junto al domicilio de Manuel Sanchis Guarner en Valencia o el destrozo en Carcaixent del vehículo de un edil de UPV. De esta forma, prosigue la denuncia, en el citado ránking elaborado por el grupo valencianista aparecían veinticinco acciones sobre las que afirmaban haber participado y promovido, la mayoría de las cuáles, según el Bloc, «son constitutivas de delitos o faltas de acuerdo con los artículos 510, 514.4 y 577 del Código Penal». El artículo 510 castiga a los que promueven la discriminación, el odio o la violencia contra grupos o asociaciones y el 514.4 a los que impidan el legítimo derecho de asociación o reunión. El artículo 577 castiga a los que, sin pertenecer a banda armada, organización o grupo terrorista, y con la finalidad de subvertir el orden constitucional o alterar la paz pública, cometan homicidios, lesiones o incendios.
En la denuncia presentada por el Bloc ante la Fiscalía se afirmaba que la publicación de la citada revista puede ser constitutiva de un delito previsto y penado en el artículo 578 del Código Penal que dice que se castigará «la provocación, la conspiración y la proposición por cualquier medio de expresión pública de los delitos previstos en los artículos del 571 al 577 relativos al título 'de los delitos de terrorismo' o los que realicen actos que comporten descrédito, desprecio o humillación de las víctimas del terrorismo o de sus familias». La formación nacionalista estima que, «teniendo en cuenta que todas las acciones que el GAV reivindica han estado dirigidas contra personas, grupos o asociaciones con ideología diferente a la suya», este grupo debe ser considerado «ilícito» tal y como lo recoge el artículo 515 que considera asociaciones ilícitas a las «que tengan por objeto cometer algún delito y a las que empleen medios violentos o las que promuevan la discriminación».
El Bloc recuerda que el actual presidente del GAV, Manuel Latorre y otros miembros de este grupo «ya fueron condenados como autores de un delito de daños y otro de coacciones en 1997» por una sentencia del juzgado de lo penal 8 de Valencia. Además, el Bloc considera que la publicación y reivindicación de estas acciones violentas en la revista «ha causado cierta alarma social». El secretario de Organización del Bloc, Ferran Puchades, explicó que van a personarse además como acusación particular en la causa.