(El País, 14.10.2001, article de Carlos Rodríguez Braun) «Frente a la infernal presión tributaria es comprensible ansiar el paraíso, pero la expresión en inglés, acaso confundida al ser traducida al español, es menos celestial y más precisa: tax haven (no heaven), es decir, refugio, abrigo, un lugar adonde no vamos en pos de la felicidad eterna, sino en busca de protección contra algo que nos persigue. Ese algo son los impuestos».